Carlos Fernando

¡Vivan los héroes que nos dieron Patria!

 

¡Mexicanos, vivan los héroes que nos dieron

Patria! Aquellos pobres infelices que su sangre

derramaron en desolados campos de batalla.

 

Los olvidados de la Historia que solo toma

en cuenta la Epopeya de los próceres,

de la modesta tropa ni se ocupa, indolente

La Historia la escriben los serviles a la voz

de aquellos que resultan vencedores.

 

¡Vivan los héroes!  Juan, Santiago, Serafín,

quienes reposan al fin, en fosas comunes

en los llanos de Celaya, o aquellos que en piras

crematorias incineraron en la Decena Trágica.

A quienes Casasola registró en macabra gráfica.

 

¡Vivan los héroes! que a día a día, bajo el sol

calcinante repiten sus rutinas, y malabares

magias en dos minutos, mientras la luz cambia.

 

¡Vivan los héroes que nos dieron Patria!

jugándose la vida, cruzando la frontera

de lo que otrora fuera  tierra propia,

hoy ajena, mutilada, porque Santa Anna

al mejor postor vendió.

 

Por eso hoy sus hijos siguen muriendo en

el desierto de Arizona o exhalando el último

Suspiro ahogándose en el río que es Grande

para los gringos, y para los nuestros, Bravo.

 

 

¡Vivan las mujeres que se quedan solas!

a criar los hijos, lo mejor que pueden.

¡Vivan los hijos! que crecen como ortigas,

hostiles y urticantes, otros nobles y silvestres.

Según su estirpe.

 

¡Vivan los héroes que nos legaron Patria!

Aquellos inocentes que murieron un dos

de octubre en Tlatelolco y sin saber por qué

los masacraban. Los principales, muchos

fueron a parar en el olvido, los avispados

quedaron en curules  bien posicionados.

 

¡Vivan los muertos tan llorados!, los de junio,

los del jueves de Corpus, Cabañas Lucio,

Vázquez Rojas Genaro, La verdadera guerrilla,

no la fetiche, no la de Marcos.

 

Los de Acteal, los de Ferrocarriles de Vallejo,

Los que pagan su osadía con cárcel o con su vida.

 

¡Vivan los estudiantes por quienes hoy tenemos 

Democracia! No la de los farsantes ni pomposos

Consejeros del IFE, la del Fraude Electoral

y la Compra de Votos.

 

Mueran los depredadores que se engullen

por salario mensual, lo equivalente a la nómina

de un año, de una empresa mediana.

 

¡Vivan los bomberos! que se juegan la vida

porque sus uniformes no los cuidan del fuego.

¡Vivan los policías! que no se venden

Los que no se dejan vencer por el cohecho,

ni se ponen a mano con el jefe.

 

Los que son enterrados con honores,

porque no huyeron cobardes

 

¡Vivan los héroes que nos legaron Patria!,

los sub-empleados. Los que generan

la riqueza del PIB con su esfuerzo.

Los que cargan tras la espalda el fardo

del Impuesto al Valor Agregado

 

¡Vivan los anónimos y los numerarios!,

la mayoría oprimida con salario.

 

¡Vivan los soldados!, los honorables,

la tropa, las clases y los mandos, los que

visten con dignidad el uniforme honrándolo.

 

¡Vive tú!…  ¡México, vive!

A pesar de que sangres a torrentes.

A pesar de tus miserias y tus males.

A pesar de tus hijos decadentes.

A pesar de tus hijos trashumantes.

 

A pesar de tus políticos infamantes.

A pesar de los torvos intereses.

A pesar de tus sabios ignorantes.

A pesar de autoridades indolentes.

A pesar de tus infantes desnutridos.

 

A pesar de los asesinos y tunantes.

A pesar de los hijos de influyentes.

A pesar de los hijos de la calle.

A pesar de tus Leyes Reformadas.

protectora de verdaderos delincuentes.

 

A pesar de los lacras, y los raspas.

A pesar de los vagos albureros.

A pesar de prostitutas y lenones,

A pesar de la rapiña y el secuestro. 

A pesar que privaticen tu Patrimonio.

 

¡Vive!, ¡México!... ¡Vive Patria!

No me importa que hayas sido mutilada.

No me importa que tus entrañas giman.

Si la ambición agosta tus bosques, tus cultivos

y tus selvas ¡En tus desiertos vivo!

 

No importa que tus hijos mueran de hambre,

o cruzando la frontera. No me importan tus

riquezas portentosas, no me importo yo mismo…

 

¡No te mueras!