marco augusto

Somos lo que decreta el destino

De tanto descender y volver a ascender

por desiguales sendas

entendí  que somos lo que nos decretan los días,

sé suspira de amor más de una vez

pero sólo se aflige el espíritu por un exclusivo querer,

en este ciclo vertiginoso que algunos llaman existencia

me he ido desmoronando desde la cima de las alegrías

hasta encontrarme sumergido en el volcán ardiente del olvido,

con la perturbación de este  destierro que jamás imaginé

hoy comprendo con la espalda carente de abrazos

que es parte del camino que me tocó recorrer,

la travesía ha sido oscilante

y estoy llegando al final del viaje,  

espero que me reciban con una flor en la mano

y una bella sonrisa en los labios.