Te he estado buscando, esperando, anhelando,
verte, abrazarte, acariciarte, besarte,
pero solo he encontrado fantasmas engañosos,
mujeres de humo, espíritus que se desvanecen.
Estoy pensando en ti, con tu sutil aroma de mujer en celo,
con tu mirada fija en noche obscura, apareces de pronto,
aguardando el momento para tomar el amor a tu modo,
sin pedir, sin solicitar.., solo devorar todo lo que te ofrezco.
Tus brazos y tus piernas me atrapan como presa indefensa,
quedo a tu voluntad erótica y pasión mortal,
tus besos sensuales destrozan las barreras de mi moral,
exponiendo mi intimidad a tus deseos caprichosos.
Te transformas en una realidad, mujer hermosa y sensual,
tu cuerpo ávido de caricias y mordeduras de amor lo tengo solo yo,
lo disfruto solo yo, lo conozco en cada centímetro y pliegue,
te tomo por el frente y tu espalda es arañada con lujuria por mis manos.
No distingues amor tierno del amor violento, ambos los disfrutas,
en tu amor suave te recorren mis manos totalmente, llegando a tus rincones únicos,
suavemente, con besos y mordiscos en donde te estremeces y te agitas,
llegando a darte el placer anhelado y no descubierto por nadie.
En tu amor violento disfrutas al extremo las dulces sensaciones y emociones,
derramándose las mieles y elixir de la pasión desenfrenada,
reflejandose en tu cuerpo los efectos de la batalla de la lujuria y pasión,
temblores y espasmos nos invaden, después de la lucha desenfrenada.
Tu erotismo ha sido el rey de esta lucha desenfrenada,
tu piel denota suavidad, tersura y algunas marcas delatoras,
son huellas del amor violento desatado en tu cuerpo,
que ocultarás discretamente, llevando la pasión en la piel… del alma.
regiopoeta