Eduardo Urueta

Migajas

 

 
Resguárdame de esta lluvia
Me voy a poner bajo tu quijada
Abre la boca, cómete esta nube
que tengo miedo de ser el río
la muerte en el agua.

Te imagino con tus rodillas en el piso, con tus manos juntas, besando incienso, bailando con él.
Me imagino a los samuráis
-como si su muerte fuera mentira-
viéndote, oyéndote
limpiando el cielo, barriendo las nubes. Soplando.

ll

Voy a comer un poco del sol para que cuando me beses
el beso te sepa a cielo
a tibieza de volcán.

lll

Piensa, entiende que
cuando besas el maíz
me estás besando.

lV

En medio de mis piernas hay un país que puedes llevarte en un bocado
Resguárdame en tu pulso táctil.


V

Hay un mundo diminuto
párbada de esquirlas de galletas
es el mundo del tumulto
de lo que se va
de los cadáveres que se tiran
el conjunto es la ausencia y la permanencia.

Me imagino a las hormigas haciendo su casa
al hambre bebiendo su agonía
a ti y a mí
riéndo.

Vl

Son las migajas
el encuentro infinito
del universo.

Vll

Amor, tú sabes:
son las gotas migajas
de nuestra lluvia.