Diletante

SONETO XIII

 

A la mujer amada en cuanto mira

inalcanzable, esquiva, indiferente,

sin ni dignarse a sincerar de frente;

la llora, evidenciándolo en su lira.

 

Ella que por quien sufre ni suspira

(pues no le incumbe ni su pena siente),

sin disociarse del amor decente

con rumbo opuesto a las bondades tira:

 

No quiere, no pretende el incidente

de condolerse del dolor. No aspira

a ser benévola en fin, simplemente.

 

Él que la endiosa, por su amor delira,

cuitas padece y ni en así disiente,

pues va, procura; y procurando expira.