Luis F. Barrantes

Por Qué Niña Hermosa

Por qué, niña hermosa, te pones a llorar,

Cuando de tu ausente madre te hacen recordar.

Sé que siempre, una buena hija fuiste,

que mucho, mucho, a ella, tú me la quisiste.

 

Sé que siempre, de ella, con amor te acuerdas,

la extrañas mucho, y a veces concuerdas,

que de tu lado, ella, nunca hubiese partido,

pero así es la vida, así Dios lo ha querido.

 

Por eso hoy te digo, tranquiliza tu alma,

pide a Dios Bendito, te brinde su calma,

porque ella, santa entre todas las santas,

desde el cielo se alegra, cuando tú cantas.

 

Y, desde allí nos mira, y por nosotros pide,

que seamos felices, que Dios mismo nos cuide,

y, que para volver a verla, tengamos paciencia,

porque el Señor, algún día, nos resolverá su ausencia.

 

Eso es lo que siento, eso lo que deseo,

que tu dicha, siempre, esté en su apogeo,

y que solo pienses en tu madre ausente,

con todo el corazón, con la mente alegre.