ALVARO J. MARQUEZ

EL ZORRO

 

\"Hoy me cuesta decidir/ y qué hacer no he decidido./ Si recordar para vivir.../ u olvidar lo vivido\".

 

Podría decir que he visto esta serie desde que nací,

que así como la he visto, igual la he disfrutado,

que fueron muchas las influencias que tuvo en mí

por tantos y tantos capítulos que de ella he mirado.

 

Diría que siendo yo un niño, era algo así como un ideal,

una idea de esas que en plena infancia seguro te llega.

Se convirtió pues en un deseo más fuerte de lo normal

parecerme lo más posible al joven Diego de la Vega.

 

Además debo confesarles, aunque me dé vergüenza,

que también veía entre mis tíos o quizá en una tía,

una similitud muy real, verdaderamente inmensa

con el gordo bonachón que era el sargento García.

 

Tomaba los palos de ganchos donde colgaba la ropa

y luego me hacía una máscara sin importarme nada,

no había un soldado con quién pelear, no había tropa

ni algún villano o forajido a quien clavarle la espada.

 

Era yo muy metido en mi mundo infantil y particular,

con una toalla atrás, mi palo de gancho y un sombrero,

lamentando no tener algún caballo negro que montar,

pero con ganas de ser como El Zorro, igual de fiero.

 

Veía a Bernardo el mudo, su siempre fiel sirviente,

otro de los actores que hacía un magnífico papel

y aunque era niño, llegué a pensar por lo silente,

que al casarme mi esposa debería ser como él.

 

De esa serie me gustaban todos sus personajes

y creo que gustar era justamente la meta…

No importaba lo lujosos que eran los trajes,

igual a cualquiera se le podía marcar la zeta.

 

Yo no salía como El Zorro, \"cuando sale la luna”,

porque siendo aún tan niño ¿adónde iba a salir?

y su música nunca me sirvió de canción de cuna,

porque viendo El Zorro jamás me podía dormir.

 

En Caracas hubo un terremoto hace varios años,

recuerdo terrible que de mi memoria no borro,

se cayeron edificios, hubo muy serios daños

¿y qué creen que hacía yo? estaba viendo El Zorro.

 

Algo que no olvido y por lo cual juro que hasta lloré,

fue que ese actor vino a Caracas y yo llegué a saberlo,

imagínense ustedes, el personaje al que tanto admiré,

pero era muy niño y no tuve oportunidad de conocerlo.

 

Ya ven, hoy no le escribí al amor, más bien hablé de mí

y de la admiración por esa serie que me marcó, es indudable.

En mi edad infantil y adolescente tanto El Zorro me sentí,

que aunque pasen los años, para mí será inolvidable.

 

Estoy feliz, en la época del Facebook, de las redes,

he podido revolver recuerdos en esta instancia

y sincerarme y comentar con todos ustedes

acerca del personaje que marcó mi infancia.


Poema original de Álvaro Márquez

Venezuela

Todos los derechos reservados

12/2/2014