pietrograziano

Crepúsculo

 

Así me siento yo en esta tarde gris,

como el triste sol del crepúsculo

y aquél árbol que apenas veo,

aquella gaviota volando entre las nubes 

y aquél rio que corre sin saber por qué.

...

Su imagen se desdibuja y desaparece

entre las tenues sombras de la tarde,

entre el olvido y mi humo levanrto la vista.

...

Desde mi ventana observo un caballo

con sus crines ondeando el aire

y corre y corre desafiando al viento

y cual veloz saeta al infinito llega.

...

Crece mas mi debilidad

y mas aún mi insaciable curiosidad

cuando asumo la actitud de fuerte y digo,

mas mi oído se niega, no quiere escuchar.

...

Otra vez el viento

con arcano y fuerte zumbido,

la extraña música del otoño

con ese opaco manto de sequedad,

murmura en mis oídos

toda esa bella tristeza del otoño.

...

Las hojas caídas son hermosas

como bellos los árboles sin ellas.

...

Las pequeñas luces de la ciudad

con incandescente brillo picotean

imperceptiblemente el horizonte,

como pájaros volando sin destino.

...

La leve y quieta monotonía,

intransparente y amarga inmovilidad

de todo lo que me rodea

oprime mi ser, mi cerebro

apretándome, con su débil fuerza.

...

El miedo agudiza mi incertidumbre

y la angustia se apodera de mi, 

con aspereza.

...

Silencioso Domingo expirando lentamente

como queriéndodose ir quizás, para siempre.

...

Este ocaso que atrapó mi melanconía,

en esta tarde, este triste día.

...

El color blanco del frío

y el negro color del triste hastío,

la absurda queja de los enfermos

y la amarga noche de los que nada tienen,

la soledad de los que sufren

impactan con tristezas mi pensamiento

y pueblan mi mente de amarga soledad.

...

Así, no me siento con ganas de existir,

así y aquí, me siento solo,

tan solo, como si fuera único ser,

y el árbol, el caballo, el viento,

todo lo que me circunda y rodea...

También están solos...

Cuando estoy solo yo.

 

Jorge Naonse Argentina 2001

Derechos Adquiridos

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