Jesús Lantigua

DESENFRENO

 

(Homenaje a Federico García Lorca)

 “Sucia de besos y arena,

yo me la llevé del río.

Con el aire se batían

las espadas de los lirios.”

 

Era su cuerpo desnudo

un altar a la lujuria;

sexual torrente, en la furia,

del gesto anhelante y mudo.

Erguido el pezón menudo

fue presa de la colmena.

Le quedó la pelvis llena

de mil abejas labiales.

Ella, lamiendo mis sales;

sucia de besos y arena.

 

  Fue en mis manos revelada

su espuria virginidad;

esa falsa castidad

se transformó en llamarada.

Gimió la bella, ante cada,

caricia en su bosque umbrío.

La alcé del arroyo frío,

con mi lengua le hice trazos;

acomodada en mis brazos

la fui sacando del río.

 

Sobre la yerba danzamos

sin soltarnos de las bocas;

colmados de ideas locas,

del mundo, nos olvidamos.

Ya tendidos consumamos

lo que las mentes querían.

Las carnes se poseían

en invidentes destellos;

mientras que piel y cabellos,

con el aire se batían

 

Fueron orgasmos gloriosos

en sucesiones violentas,

a veces, con pausas lentas,

a veces, muy presurosos.

Volvimos luego, gozosos,

a los líquidos delirios.

Se encendieron como cirios

en el agua, los fulgores,

y besaron los albores,

las espadas de los lirios.