Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

UN POEMA NO OLVIDADO

 

 

…¡es cierto! Estaba junto al muro aquella tarde

cualquier muro                   Me insinuaba un secreto

era en esas tardes

                              en que la mocedad angustia

aún la tristeza no agobiaba

seguía  recargada

                 mi espalda en aquél murillo

(que desliz pensamiento se arrimaba)

¡pero no pude más!

Extraje un cigarrillo de la cajetilla

por inercia lo encendí

…pensé que estarías ahí

En donde las mujeres   se dejan manosear

por una cerveza

                 o por algún ron con cualquier refresco

lo mismo cuando lo mezclan con  tequila

 

 

Me aproxime con paso lerdo

         para sentar tu belleza al lado mío

como en antaño jugaba con tus labios

al besarlos

          y  -paladear tu lengua-

como olvidar tus nalgas y tus senos

Tus piernas blancas y sensuales

(blancas como tu nombre)

Además que decir

               de mi mano perdida en tu entrepierna

me encaminé entonces

a ese lugar donde las mujeres bailan

                      enseñando con sensual impudor

sus partes íntimas

Ahí te conocí…

Quise volver para sentir tu carne

  -pero compré otro beso- ¡otro beso aquella tarde!

 

 

Es un oasis el recuerdo

     pero también con Alejandra pase un buen momento…

 

 

en ella como en ti deposite mis labios en su cuello

acaricié su espalda               En ella como en ti

dejé mi voz prendida en su oído

¡(pero no fue lo mismo lo sé)!

Como contigo.