rouz64251

POR SIEMPRE

Situando las manos al fuego sin cuestionar

Cuál es el límite para la clausula pactada

Cuantas gotas de sangre hasta claudicar

El piso inundado por lágrimas derramadas

 

Lo pactado obliga y ni la muerte lo detiene

Un fantasma escondido entre las cortinas

Regresando del infierno si eso se requiere

Para honrar la promesa que fue adquirida

 

Sus labios no sabían el peso de las palabras

Y aún así las recitaron por un sentir efímero

Situando sobre su alma una atadura macabra

Entregando su vida a un contrato sacrílego

 

Como desearía haber mordido sus labios

Para encerrar en el averno de sus adentros

Aquellas silabas que se volverían calvario

Y que secando su alma lo dejarían sediento

 

Muy poco se necesitó para cortar los lazos

Del sentimiento que inundaba sus venas

Pero aquel pacto hecho en ilusorios trazos

Se negó a perdonar su inmortal condena

 

Aunque se alejó el objeto del juramento

Se quedó tatuada en su corazón esa frase

Retumbando en su mente cual lamento

Un dolor que con cada nuevo día renace

 

El hombre vuelto esclavo de esas palabras

Que lo encadenaron a un total sinsentido

Por ese fuego que hizo ignición en ambos lados

Pero que solo en uno se mantuvo encendido

 

Aquella flama que incinera sin extinguirse

Calcinando el cuerpo sin volverlo cenizas;

Esa bella frase que reniega el suprimirse

Es una deuda pagada de manera infinita

 

Un cadáver va dejando una tumba vacía

Para seguir honrando su infernal promesa

Mientras todo se ha ido, algo no olvida

Un “siempre te amaré”, grabado en su cabeza.

 

Andrés Ruiz H.