Jef

RETRATO

Recorro
el congruente deseo 
de una noche,
embriagado con el eco
de dos voces, de dos sombras.

Miro
como una ausente epifanía,
descansa en una obra de arte 
llena de excusas,
de encofrados encuentros de manos 
con manos.
Que conservo, 
como el cuerpo al alma
en un armario que ya no es
sino una coraza
hueca
de polvo
y desencantos.