Pablo Diaz

Sin igual

Escuchaba de ti y no

entendía, perseguí conocerte,

 hasta que, al fin, mis ojos

pudieron contemplarte

reafirmando las cosas que

había oído.

 

Después de contemplarte

 fijamente, colgué en tu

interior esa mirada y pude

percibir que tus encantos no

sólo, a tu cuerpo,

acompañaban, también,     

tu corazón, está lleno de

ellos.

 

En cada respirar, tuyo, se

  escapan… se filtran al

través de esa sonrisa que

siempre hay en tu rostro, a

flor de labios, ampliando el

colorido de tu vida, haciendo

tu existencia sin igual.

 

PABEDIZ…