Un ángel canta las desventuras,
de tu nombre vivo en el alma;
y el corazón cautivo, a través de suturas
refleja, el amor que lo lleva a la calma…
Cantan las avecillas, el estribillo
de la canción que vibra en tu pecho;
cual rubíes del cielo, acongojan tu lecho
y esmeraldas alumbran tu rostro…
Lloras, ríes y entusiasmas a la vida,
que con bondades apremia,
y colma de bendiciones tu morada,
cuando Dios acepta que eres mía…
Ven, a mi lado con tus amores
y vive en la eternidad vibrante;
llena de maravillosos instantes,
que el poeta a tu lado luce elegante…
Flores, al cielo visten de colores,
cual arco iris formado por lagrimas de tus ojos;
bajo el resplandor de rayos solares,
que impaciente la mente forma soliloquios…