Aleteo entre tus movimientos
buscando con todos mis sentidos
impresionarte.
Dejando que formas y olores
adopten formas y movimientos,
que aseguren tu atencion.
¡Que vanidad pretenderlo!
Arrogarme el derecho a seducirte,
como si eso fuera posible.
Sentirme dueño de tus labios,
solo un momento al menos.
Como si la espera de una vida
me diera derecho a tenerte.