Besos de rojo carmín
sobre las aguas del Miño,
son las que deja en mi río
el sol al irse a dormir.
Y estos besos me recuerdan
los besos de algunas tardes.
Son sabores que aún me saben
con dulzor a fruta fresca.
Y aquí, bajo el escenario
de estos cielos que se encienden,
las estrellas se divierten
con juegos de enamorados.
Y le rondan a la luna,
que va perdiendo su pleno.
Es que casi tiene sueño
y va buscando su cuna.
Ven junto a mí, a mi vera
y contemplaremos el fuego…
son artificios del cielo,
que me animan en mi espera...
Señálala con el dedo
y elige sólo una estrella.
Yo iré corriendo a por ella
y te la entregaré en un beso.
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