PINONA

Un Delicioso Baño



Poco a poco se adentraba y el agua acariciaba su piel,



Sin un por qué, en la cintura se detuvo, los ojos cerró,



Y de la profundidad, a su vientre alcanzó un beso de miel.





El sol calentaba y su rostro hacia el cielo elevó,



Inmensidad azulada, fiel calor de endorfinas en riel,



En lo alto, en el interior y en cada centímetro que humedeció.