Diletante

SONETO V

 

Bellísima Señora. Tierno amago

de la finura grata y predilecta:

usted la musa de mi más perfecta

justa romántica que a versos hago.

 

 En usted hallo fuerzas y el estrago,

de aparecérseme, a placer no afecta;

pues ni en su forma de atacar directa

dista de ser un elemento vago.

 

 Así, Señora, que aunque no le pago

como es de hacerlo, en proporción correcta,

por todo aquello ni con tanto halago;

 

 permita igual que entre la línea recta

de su hermosura y lo demás que indago,

jamás me calle lo que a usted respecta.

 

 

 

Elmer Cortez