la negra rodriguez

DON PAPÁ

Llegaba  cerca de la siete de la mañana apurada

Ya sabía que me reprocharías la hora

Porque para ti ya era tardísimo

Bien lindo estabas , con tus pelito cholo

Peinado para atrás , así lo hacía ella, la madre

Como le decías.

Yo cuadrándome con la mano en la frente

 Te decía: “Gran  jefe, buenos días”

O don papá, y para calmar tu enojo

Te hacia unas cosquillas en tu panzita.

Empezaban las ordenes,: “anda al banco

Y saca tanto de dinero,  o vamos al mercado”.

Y así compartíamos la vida.

En el diario batallar, y en la felicidad

De tenernos, de sudar juntos en la brega

De discutir  ¡ay, que discusiones  que manteníamos!

Y cuando me proponía no hacerlo

Para  que no tengas corajes

Me reprochabas mi “indiferencia”.

Quien lo entiende le decía a  mi madre.

Esa era la vida, esos eran los ratos felices

Y cuando ya por tu edad te decía.

“vaya de aquí, bandido, déjeme a mi”

 Molesto respondías:  ¿qué ya no sirvo, ya estoy viejo?

y bueno así nos ganabas y estabas al frente del negocio

de tu negocio, fruto de tantos años

que  te permitió dar techo a todos tus hijos.

Tus últimos días,  cuando por la enfermedad

Ya no  llegabas hasta las máquinas

 Me dolía el corazón de ver la tristeza en tus ojos

Al contemplar de lejos como  giraba, y giraban

Los confites que tú nos enseñaste a fabricarlos.

Padre, mi padre , mi “negro Rodríguez”

Gracias por haber sido mi padre

Gracias por todo lo que de ti aprendí.

Gracias por ser la replica de Dios

Aquí en la tierra.