atilette

Desolada soledad que siempre asola

En la desesperada espera de mi esperanza
gallardo aguardo el resguardo de amor,
pues desde tiempos inmemoriales
ando dando tumbos por la vida
mendigando por querencia.

Hoy, en mi despiadado desamparo
el eco del silencio hace gala de espectro…
Fantasmal presencia que susurra al oído
memoranzas que recrean rencor.
¡Insípida voz que sigue y persigue
los gratos recuerdos de lo que fue!

Espera del pasado que ya no vive
muerto en la espera de un callado ayer,
despierta la sed en mí, como una esfinge,
quimera desolada, erguida y olvidada
que deshidrata en mi pecho el miedo que impide
los sueños de un mejor mañana...

Noche de luna menguada
solapa que impide al alma el poder ver…
Las constelaciones que iluminan la oscura madrugada,
que consuelan la terrible angustia de mi ser.

Tú, escaparate del firmamento,
testigo de mi amorío y mi añoranza,
que sabes que abono la nostalgia
para noches como esta.
Dónde la infesta “fiesta” se manifiesta
y no queda más que llorar,
para así, empezar a aceptar
la realidad, ¡mi realidad!
Un presente ineludible...

No recuerdo si me abandonó la esperanza,
o si yo mismo(a) le apunté con el revólver...
Desolado(a), solo(a), con la soledad...
El lápiz que sujeto libera estos versos;
se vuelve más sensible,
y yo presiento en noches como esta
-como la semana pasada, como ayer-
que el vacío entra a mi recámara, el puñal lo revuelve;
y a esta extraña melancolía vuelvo a caer...


(By: Krystel Bravo & Félix Rosario)