Pachuco

Tus otros hijos

Maestra, querida profesora
tu llevaste mi mano vacilante
a dibujar las primeras letras
enseñándome así un nuevo mundo

 

Luego vendrían otros, tal vez más sabios
que forjarían cual herreros divinos, mi espíritu
dándome temple, acerando mi ser
convirtiendo en hombre al niño

 

Pero sólo tú, maestra de primaria
supiste marcar ese camino
que nos lleva de la protección de la madre
a la tempestad de la vida cotidiana

 

Y si he amado el colegio y su enseñanza
si he dejado con el tiempo de ser niño
a tí te lo debo y agradezco
por tus desvelos, por tu cariño infinito que diste
a quienes, sin ser tu sangre
fuimos en el ayer, tus otros hijos