MARÍA DEL MAR

ROSA BLANCA

 

Gloria infinita,

maná caído del cielo,

nació tu simiente en mí,

rosa blanca, terciopelo.

 

Desde el instante gozoso,

en que rozaste mi cuerpo,

te sentí luz y vida,

hasta el fin de los tiempos.

 

Al beber de mi pecho,

tu piel se fundió conmigo,

notando como mi alma,

tocar podía el firmamento.

 

Pequeña flor de verano,

canto de esperanza y sueños,

manantial de dulzura,

mi niña, mi ensueño.

 

  

Para  mi hija Silvia