LUCERO DEL ALBA

Hoja de mi árbol

Árbol frondoso, tú que llevas la savia de la vida,

Tú que un día diste un brote para reverdecer tu alma,

Me diste muchas hojas como amigos en la vida,

A mis hermanos que recorren junto a mí palma,

Con quienes florecemos en el tiempo.

 

Aquéllos que día a día se cruzan en mi camino,

Llamados amigos del alma, de corazón y vida,

Aquéllos que saben decir las palabras con comino,

En el momento preciso, ésos que dan vida a mi vida,

Que perduran sin fronteras en tiempo.

 

Otros que estallan en el corazón, que me da alegría;

Ése que da brillo a mis ojos y pone música a mis  labios,

Otros que pasaron de momento y me dejaron su ironía,

También aquéllas que están en la punta de las ramas,

Distantes que aparecen entre hoja y hoja al mecer el árbol,

 

Muchos de ellos se van con el llegar del otoño,

Otras caen para seguir alimentando tus raíces,

Algunas nacen y florecen en veranos de antaño,

 y otras perduran en todas las estaciones,

Pero todas me dejan algo de su esencia.

 

Hoja de mi árbol, tú  que la lees eres el más preciado.