minsandi

RendiciĆ³n

¿Qué buscas Tú de mí, Jesús Rey mío muy amado

que caíste de la cruz como ladrón vencido,

para ser eterna y firmemente coronado

Vencedor de la muerte y su estandarte destruido?

 

Saber que tus pasos me persiguen ha quebrado

sin más dilación a mi pobre orgullo desvestido,

sobrecogiéndome tu corazón destrozado

por dejar en mi ser la pasión de tus latidos.

 

Mi Jesús, dura es la verdad que has revelado:

a pesar de mi pobreza, te has interesado

en extraer el oro que está entenebrecido

 

en el pozo de este corazón apasionado,

para que otros sepan que a mi ser Tú has venido

y que al fin, después de tanto tiempo, me has vencido.