Si este dolor, se alejara ya, 
yo podría estar, de nuevo en realidad, 
si la estrellas, brillaran mas, 
yo podría salir, de noche a bailar. 
Y si la carreta, se volviera eterna, 
yo podría estar, por siempre en ella, 
si las margaritas, olieran a fresas, 
yo me compraría, un millón de ellas. 
Si las mariposas, me dieran sus alas, 
yo podría volar, y acompañarlas, 
sería feliz, en mi mundo eterno, 
donde haya oro, y no exista enfermo. 
Sigo buscando, mi mundo irreal, 
donde por siempre, pueda viajar, 
donde de noche, brille mas el cielo, 
y donde exista, un amor eterno.