MARÍA DEL MAR

UN BESO EN EL ALMA

 

Penetrante mirada obnubilando,

la voz que acariciaba los sonidos

de frases entre música, fulgurando,

desde tu pecho en eco a mis oídos.

 

No besaste mis labios al marchar,

tan sólo acariciaste mis sentidos.

¡Que manera tan linda de besar,

pues, remero te sentí en mi camino

y desde mi boca a mis dedos navegar,

en dorada góndola, cual cupido!.

 

Me seduce tu loco palpitar...

qué importan los besos no prendidos,

si eres beso en reloj al despertar

y en mis sueños, el lucero más divino…

 

Soñar contigo es don del firmamento,

convertido cada noche en tu estrella,

que se abre y, allí está con tu beso atento.

Que yo rescato de tu boca entreabierta

y a la par del beso, con el aura del viento,

se desprenden sin cesar mil rosas abiertas.

 

Prenden en mi pelo sus pétalos de luz

y con su rocío enjugan mi cara

y tus labios, con pura pulcritud,

absorben las gotas desnudando mi alma.

 

Desatada pasión, gustoso insomnio,

pensamiento sin voluntad de olvido,

amor de locura, canción de ensueño;

hecha bolero en sus remos cautivo.

 

Si tú eres el amor que a Dios le he pedido

y yo el manantial donde tu góndola navega…

Qué importan los besos no prendidos;

mientras se pueda escribir un poema

con gotas de rosal en tus remos cautivos

o suene un bolero…

Donde tu beso en el alma queda.