Carlos Alcaraz

Inima mea

 

A Clémence.

 

Desde aquella noche

cada hora es más profunda,

más incierta,

más volátil.

Se posa entre recuerdos

y sueños,

se posa en ti.

 

Podría llamarte Aurora,

podrías ser el amanecer

por siempre.

 

¿Has visto alguna vez arder el fuego

cuando es puro?

Así, tus ojos,

(llamas perfectas) – queman

pensamientos, razón,

pasado, futuro,

queman un cuerpo

(el mío)

que ya no sabe si está en mi,

o en ti.

 

Eres Aurora,

Inima mea.

Ángel, mujer,

amaneciendo en mi cuerpo

y olvidando

lejanías y tormentas:

 

Tragedias

- que antes

también fueron mías -

y hoy tan sólo son

azul profundo

en tu mirada.

 

Carlos Alcaraz

01/06/11