Eliana Villada García

DOLOR DE NIÑA, PLACER DE MUJER

Con un beso comenzó el instante aquel,

donde al fin nuestro amor

impregnó nuestra piel.

Aquella habitación, habitación de hotel;

iluminada con luz infiel,

pétalos de adiós

y sábanas de dolor ,

es la reminiscencia fiel

del dolor de niña y placer de mujer.

 

En un ósculo

entregamos nuestros cuerpos,

en un suspiro

penetramos el crepúsculo.

Te sentía tan fuerte,

nos abrazamos desnudos,

las pieles ardientes,

y los besos, cuál nudos

de lumbre candentes.

 

Calaste mi virginidad;

una lágrima de dolor

se sumergió en tu silueta,

y en un envolvente ardor

sentí el placer...

la penetración completa,

el deleite de mujer

fundido entre sexo y amor.