ALVARO J. MARQUEZ

CAZADOR CAZADO

"La nuestra es historia no contada/ de una herida que aún tiene cicatriz./ No fue bien escrita ni bien actuada/ ni tuvo un final feliz". 

 

 

Es verdad, lo confieso, con ella me equivoqué,

No puedo anotarla como otras en mi historial,

A pesar de que a casi todos mis recursos apelé,

Lo que con otras salía bien, con ella salía mal.

 

Me parecía tan fácil ilusionarla y hasta mentirle,

Pintarle pajaritos volando en un cielo aparente,

Creí que me bastaría con tocarla y luego sonreírle

Para verla caer en mis brazos apasionadamente.

 

Le vi la cara de ingenua al decir que era bella

Y los planes para aprovecharme los pensé…

Recuerdo que le dije que me enamoré de ella

Y que prendado de todos sus encantos quedé.

 

La sentí ese día tan feliz y muy sorprendida,

Me abrazó y me besó una y otra y otra vez,

No creía la sorpresa que le guardaba la vida,

Verme allí ante ella, enamorado y a sus pies.

 

Pero todo aquello no era más que un plan,

Algo que ideé para incluirla en mi lista,

De amores que le dije que vienen y van

Y que la convencí que eran a primera vista.

 

La besaba fingiendo deseo y mucha pasión

Y por dentro me reía mucho de su inocencia,

Hasta me preocupé por buscarle una canción

Que le hiciera extrañarme, sentir mi ausencia.

 

Pero la cosa nunca fue como yo lo imaginé,

No sé ni cómo fue que de esta manera resultaba,

No sólo es que de mí en verdad no la enamoré,

Es que lo que sentía, era otro quien lo inspiraba.

 

Y una noche que estaba embarazada me dijo

Y supo que dicha noticia mucho me sorprendió,

La abracé muy sonriente y le dije será mi hijo,

Si es varón o hembra, el nombre se lo pongo yo.

 

A lo que te dejé - le dije ese día - sin dejar de reír,

Depende de qué sea, le pones “Ramón” o “Cristina”,

Ella me miró burlona, se marchó pero no sin decir:

“Bien… y a lo que yo te dejé,  le pones “penicilina”.