jorge andres rivera rojas

aislamiento

I

 

Soledad tu eres mi compañía,

Me acompañas  a todo lugar;

De repente te me alejas,

Condenándome únicamente a llorar.

 

II

 

Otra vez veo pasar el tiempo,

Lento cual puñado de sal;

Que se escapa entre mis dedos,

Como el amor que no vendrá.

 

III

 

Ciego me encuentro en este caminar,

Tropezándome con la cruda realidad;

De no poder cambiar es destino,

Que me agobia más y más.

 

IV

 

Cual si fuese un barco a la deriva,

Guiado por el viento, empujado por la mar;

Mi destino será siempre incierto,

Hasta perderme en su inmensidad.

 

V

 

Ecos de sirenas me perturban sin cesar,

Olvidando la meta proyectada;

De acercarme pronto a mi hogar.

 

VI

 

Luego de tan largo viaje comprendí,

Olvidar el orgullo acumulado;

El cual no me ha dejado amar.

 

VII

 

Finalmente una gaviota en mi anido,

Enseñándome  a perseverar sin perder el destino;

Avanzar aún que no vea el camino.