Gloria Eugenia

Mi cuerpo....

Mi cuerpo así tan simple lo ves después que con tantos placeres te ahogue, y entre plegarias te susurre que contigo me sentía una mujer…hoy te vas y como explicar si no quieres escuchar y ninguna explicación quieres dar.


Después de ser templo y un  vergel de tu cuerpo, hoy te vas como ola de mar sin esperanzas de retornar, algún velero encontraras al que el corazón le vuelvas a destrozar.


Hoy te vas… cuando ya te empezaba a amar me dices que es mejor terminar, y que no me quieres lastimar… No hay más dolor que el que te vas y dejas este cuerpo flotando en el mar de la soledad y entre  disturbios de la ansiedad de tocarte y de no volverte a besar, y con solo pensar que no me volverás a tocar, me encierro entre paredes de total oscuridad.


Mi cuerpo que en invierno te abrigo, que  calor te brindo hoy lo dejas, como un verano sin sol, como puerta abierta al dolor,  como agua en pleno hervor y lo hundes en la miseria y el dolor.


Cuantas veces te soñé…? cuantas veces mis sueños realice, al tener tu cuerpo  desnudo y sentirlo vibrar al son de mis pezones erguidos,  excitados hacíamos el amor sin parar y el disimulo no tenía lugar, sin importar fuera noche o día, solo  placer había se escuchaba el corazón explotar y al momento de terminar no te quería soltar, tu silueta excitante y mi cuerpo vibrante, no se querían despegar.


Hasta que llego el momento de eyacular y de nuestros gemidos acorralar con un beso apasionado, que nos impidiera gritar, aprisionando mis senos entre tu boca, y estallando con este deseo que nos azota....

 

Como reemplazar este placer que ningún  otro provoca, que hacer con esta pasión tan loca que abandonas sin importar si quiera que nuestra cama desborda pasión por donde quiera que la tocas.


Hoy ya no me tocaras, porque a mi cuerpo voy a ordenar que te olvide sin rezongar.