GITANA DULCE

ODISEA POR UNA HELADA- CUENTO

Se recuesta porque es tarde, pero se cree en la  obligacion de leer un nuevo capitulo de esa novela que lee dia a dia.

Queda a la espera, por si acaso... alerta... no  sabe porque, ella tiene un presentimiento... no entiende que ocurre en esos momentos cree, pero no es asi escuchar el timbre... pero en cualquier momento...

Aun no paso media hora, ya es media noche... y escucha suaves pasos en el umbral, y escucha muy temerosa... y el ring... que por dos veces suena.

Pregunta alarmada... ¿Quien es?

El taxista le responde, Señorita tengo que dejarle un mensaje a usted, que debe ir urgente!!! a la clínica, donde requieren de sus servicios. -Dígame la espero? o tiene en que ir?

No señor, yo voy en mi moto, no se preocupe, usted, gracias por avisarme.

Señorita, abriguese si va en moto, no sabe usted el frío que hace aqui afuera, que tenga usted mucha suerte!!

Gracias nuevamente señor...

Prepara su ciclomotor, sus abrigos, y se dispone para salir, pero no contaba con el gran frio, realmente es mucho frío se pone un gorro, sus guantes, y una bufanda tejida por su abuelita hace un tiempo...

Llega al sanatorio con sus orejas frias, sus manos... sus dedos enrojecidos y sus pies... aun no puede apoyarlos, del gran dolor... que acusa por semenjante helada.

Se le había llamado por que debia preparar una unidad de sangre para un niñito que estaba anémico. Cuando finaliza su trabajo y se dispone a regresar, luego de tomarse un cafecito que le convida la enfermera... ella comenta que le gustaria quedarse en ese lugar, tan tibio... antes que salir nuevamente al frío en su moto de regreso a su hogar.

Esta fue una triste odisea de una compañera por una helada.