Pachuco

Dos vasos

Dos vasos, tuyo y mío, quedan de esta noche
Donde apuestas a la ruleta rusa del desamor
Y en ese juego que me enerva, me abandonas
Librado al frío de la madrugada, de la humedad
Donde sólo existen la bruma y luces de colores

 

Los llevo conmigo a la velocidad del
Motociclo mientras pienso en tu incomprensible
Forma de existir, donde te vengas de las afrentas,
de mi forma de ser que te agravia
donde purgo en tu infierno propio
la manera en que vivo y que rechazas

 

Y en la anoche que es húmeda y te enfría los brazos
mientras huyes de la posibilidad
de tenerme como abrigo
me regalas un cuerpo
que me desestiba
en este barco
de la vida
Y estoy otra vez bajo
la luz despiadada
que me enfrenta a las teclas
de un ordenador, que
machaco fieramente y
que tratan de contarte
para la memoria de los que jamás
conocerán tus odios, tus ajustes de
deudas ajenas
Que hoy saldo
Donde se arroja el debe en contra de tus denuestos
De todos los días y que cuentan
una historia diferente
Mientras una madrugada más
Se traga la posibilidad de hacer
paces con la vida.