Horacio Páramo

Dara

Entre las mujeres lejanas

se encuentra.

Dara es querer ser ligero

para viajar con el viento.


Quiere quedarse

en medio de dos labios,

quiere secuestrar un cuerpo.


Dara sabe a invierno,

a paraguas mojados,

a cartas de amor

y a piel blanca.


Son bocas pintadas de nostalgias,

y hasta en las bocas hay

lágrimas por los adioses

que no se desean.


Dara es una mano triste

que se acaricia así misma.

Es un beso que vuela por ciudades.


Es una lágrima que arde.