El Hombre de la Rosa

OLVIDOS

Planeando

nupcias serias,

barruntaban

dos amores,

pensando

que los ardores,

en el casorio

se ensalzan,

con fortuna

y esperanza,

para los hijos

que lleguen,

sin saber

que ser felices,

es arte de plata

y bienes.

Cuando la razón

se evade

entre los rizos

del tiempo,

está mi esencia

jugando

entre los copos

del viento,

que respiran

sin ver nada,

de los calores

inciertos,

al prometer

a mi novia,

casorios

sin fundamento.

El matrimonio

es la entrega

de la pasión

de dos almas,

tenemos

que dar al cura,

la promesa

que nos abre,

la puerta

de la confianza

que los tiempos

del cariño,

se evaden

sin esperanza.

Quienes

robaron mi vida,

con ansias

de juramento,

entre comidas

nupciales,

saben preparar

fanfarrias,

envolviendo

a familiares,

con las dotes

del afecto,

sin valorar

la presencia

de confianzas

y afectos.

La bolsa

del matrimonio,

es la hacienda

del amor,

la devoción

sin riqueza,

se diluye

con el tiempo,

en las cosas

del amor,

solo valen

los aciertos,

el divorcio

no es amo.

 

Autor:

Críspulo Cortés Cortés

El Hombre de la Rosa

24 de mayo del 2011