joaquin Méndez

El cajon del olvido

Lloré sin saber por qué,

el día que te marchaste 

después quedé sorprendido,

al ver que no me costó

guardar tu recuerdo

en el cajón del olvido.

Más hoy que lo abrí de nuevo;

se me inundaron los ojos

de lágrimas hechas fuego,

ví tu retrato desnuda  

y mis labios te besaron,  

lo hice con tanta fuerza

que hasta tu imagen borró

mis besos sin esperanza.

 

Autor. Joaquín Méndez. Reservados los derechos. 23/05/11.