marco augusto

Besos huecos

Ella sólo quería un pretendiente

quizás un hombre con quien platicar,

y me tenía la vida incierta

y yo suspirando por mirar en sus ojos bellos

una luz dorada que me dijera te quiero,

de sus labios de rubí sólo salían palabras vanas

y yo de ella una religión inventé,

mis calzados se gastaron

trasladándome de mi casa a su ventana

y ni un asomo de afecto se asomo por su balcón,

hoy ruego a Dios me quite este sentimiento

que se convirtió en tormento,

porque  jamás vi la luz de cielo en sus ojos negros

y sólo pude experimentar la desidia

de sus besos huecos.