marco augusto

Cuatro poemas cortos

El olvido se olvido que existo

 

No hay luz,

la cama esta desarreglada,

las paredes  blancas

permanecen a oscuras,

la puerta cerrada

y sobre la cama

un hombre busca luz,

entre las sabanas vueltas un ovillo

caen lagrimas amargas

de olvido,

todo se perpetua en un recuerdo

y al olvido omitió que existo.

 

Flores a mis recuerdos

La brisa toca la puerta

y la soledad le atiende,

en una charla improvisada

la soledad se burla de mis deseos,

la brisa me entiende

porque con ella he paseado

por la copas de los arboles

esparciéndole flores a mis recuerdos.

 

Llueve

Llegaron las lluvias,

llueve sobre la montaña

y vuelve a saturarse sus colinas

de un verde esperanza,

los riachuelos llevan de nuevo agua

en sus cauces,

en mi casa jamás ha dejado de llover,

llueven recuerdos,

 la lluvia es seca,

y nada florece

todo permanece muerto.

 

Ausencia

Todo esta dispuesto

una cena para dos,

el mantel de encajes,

dos vasos de cristal,

los cubiertos de plata,

dos velas encendidas

un ramo de rosas rojas

en el centro de la mesa,

 su comida predilecta,

ya es la hora y en traje de gala

con un clavel blanco en mi solapa,

la espero en la puerta de la casa,

como siempre no llega,

 me siento a comer

en soledad,

con la misma tristeza de siempre.