joaquin Méndez

-No, me corte, buen señor,

 

 

Lloro,

  en silencio,

mirando una rosa blanca  

en un jardín perfumado,


Veo su mirada 

triste

y no puedo resistir…

al acariciar su talle, 

el sentirme  más vivió y enamorado.


Lloro,

por mi deseo egoísta, 

el que he sentído

  por cortarla,

Sin darme cuenta siquiera

 que esa rosa

tan hermosa

 se sentía, 

de un clavel,  enamorada.


Miro sus pétalos olorosos…

como un veneno de amor,

 ese veneno divino

que enloquece y envenena

al corazón

Me mira la rosa llorando

y me dice…

-No, me corte, buen señor,

vea  a ese clavel,  rojo y alegre,

 ya le di mi corazón…

si usted me cortara  a hora

matara,  

mi alegría y su ilusión.


Me fui llorando a mi casa

Intentando 

consolar

a mi corazón cansado

 pues otravez en la vida,

  llegue  tarde a otro a mor.

del que yo...estoy enamorado.


Autor Joaquín Méndez,

16/05/11. Reservados todos los derechos.