Diletante

OTRO POEMA DE AMOR

 

 

Ahora ya resulta que mis ojos

lloran de angustia cuando te recuerdo,

que, en cuanto a veces la esperanza pierdo,

otras, me pongo a ponderar enojos:

 

 

no tengo el dulce de tus labios rojos

ni con tus poros el menor acuerdo

y a más, pues, pasa que aunque el polvo muerdo

no le traspuse al corazón cerrojos,

 

 

no se me dio ni, con los pasos cojos,

fraguar la senda para el desacuerdo

de amor purísimo con desantojos

 

 

de amor amado en el que puse, cuerdo,

(dígase así) la inclinación, mis ojos,

y estas palabras con que gano y pierdo.