vikttor

El ojo del sĂșcubo

La oscura lona de la noche cubrió por completo el cielo, la luz de la luna se reflejaba en las hojas de viejos arbustos, criaturas nocturnas aparecieron entre las sombras, me fue imposible evitar sentir una brisa gélida que rozaba toda mi piel, yo estaba templando pero no podía dejar de cavar pues debía desaparecer el cuerpo de mi amada. Cansado y sin aliento me senté a reposar sobre una antigua lapida. Cuando de repente sentí un gran golpe en la espalda que me tumbo al suelo, escuche el crujido de un árbol cuando me doy cuenta de un punzante dolor en mi pierna izquierda, intente arrástrame hacia mi auto pero me tropecé con una escultura de una gárgola la cual tenía un escrito que decía:

 

“Esta sentado sobre su presa, el cuervo, allí descansa el”

 

En ese instante escuche la voz de una mujer.

 

-¿Necesitas ayuda?

 

-Señorita, ¿Qué hace por que a estas horas?-Le pregunte

 

-Vine porque sentí tu dolor, Corbin

 

-¿Me conoces?-insistí

 

-Te he perseguido toda tu vida, esperando a un momento como este.- Me respondió

 

De repente esa preciosa mujer, se despojo de su ropa y le aparecieron unas alas negras de murciélago, desgastadas, en su espalda.

 

-Corbin ¿Por qué me mataste? Yo te amaba

-¡Aléjate!- intente escapar pero el dolor de mi pierna no lo podía soportar.

 

-Corbin mira mis manos: esas cortadas que vez son el sufrimiento por el que estoy pasando.

 

La pobre mujer tenia sus brazos bañados en sangre se provoco esas heridas con la daga que llevaba en una de sus manos.

 

-Corbin, te deseo, bésame.

 

Corbin estaba paralizado en el suelo, sus ojos se le inyectaron en sangre.

 

La mujer se acostó encima de el, la daga que tenia en su mano penetro el abdomen del hombre, mientras ella lo besaba.

 

Solté un grito de agonía y dolor, rayos era terrible.

 

-Vendrás con migo, viviremos eternamente en la profundidad del abismo.

 

La mujer mordió el labio de Corbin y un rió de sangre salio de su boca. Ella estaba apunto de morderle la nuca, cuando de repente escuche un agudo sonido.

 

-Amor, levántate, el desayuno esta servido, vas a llegar tarde al trabajo. Estas sudando.