claudio ramirez vasquez

UNA MUSA PARA LAS MADRES

EVA, SIN ADAN Y SIN SERPIENTE

 

Al abrir la ventana de tu alma

expandes tu perfume de diamante,

a todos das amor y, al caminante,

lo alumbras con la sombra de la calma.

 

Holistica mujer, divina amante;

predices si nos falta autoestima,

y siempre acompañas y reanimas

con la aureola de tu amor constante.

 

El universo armònico te mima

con el regalo que brinda la vida,

al saber perdonar tantas heridas

descubres la grandeza de su estima.

No la hieras, es mortal y le lastimas

su sensible corazòn omnipresente.

Si le hierven sus venas y su mente 

sus arterias impulsan sangre frìa.

Habita en su Ser: El Ave Marìa.

Es Eva, sin Adàn y sin Serpiente.

 

             Claudio