Un ángel ha bajado, te ha besado en la frente
y al oído te ha dicho: “Es hora de partir,
que la mesa está puesta y tu lugar te espera,
y el manjar de la cena pronto se servirá”.
¿Habré de viajar sola? - preguntas y él te dice:
“Nunca has estado sola y jamás lo estarás.
En tu alma te llevas a los que tanto amas
y al mismo tiempo tú dentro de ellos te quedas.
Desde entre las estrellas, los iluminarás
y el manto de tinieblas tu luz disolverá.
Oirás sus plegarias, reirás con su risa
y secarás sus lagrimas con una fresca brisa.
Ya ves, Elsa, el amor es de la eternidad.
Quién ama como tú se confunde en él,
porque el amor aumenta cuánto más se prodiga;
lo has dado sin reservas y en tu alma ha crecido
y ahora tú, toda tú, eres tan sólo...amor.”