Diletante

NADIE MÁS QUE TÚ

 

 

Para el mejor de mis poemas

no pensaría en nadie más,

(en otra que no fueras tú)

pues para mis mil maneras

de hacer del verso un encanto

contigo me sobran cielos:

me bastan tus ojos negros

para gozar de un bien santo.

 

Aquí y allá, pues, me bastan

tus pasos para el camino,

tus manos para el diseño

de mi futuro destino,

que aunque aún no he sido dueño

de todo cuanto deseo

con lo tuyo tan divino

sobre todo señoreo.