Blas Roa

Dedal sin dedo

Los restos de la fuente rota...

sudan y trotan, retratos grises del pasado,

a buen dedal la aguja  que se clava

en las solapas de mi torso,

dedal sin dedo, ni agujero en el hilo.

 

Los paisajes que te invocan...

las palabras de mi boca,la ceguera de mis ojos...

que buscan bajo las piedras,

esos otoños huraños,

como rojos inviernos en periodo.

 

La salud que te aguanta los años...

los zapatos que calan el peso de tus talones...

el sostén tus pezones, el carmín tus labios,

el corazón un poeta...

y el alma es un ángel que te duerme.

 

La guerra después del mismo derrumbe...

el adios pintado a mano alzada...

nuestras miradas: una cruzada,

la gripe torcida con llanto material...

se pincha el dedo sin su dedal...

se pincha un corazón de conjeturas.