Dejando atrás los espejos
y las horas consumidas sin vernos
pero sintiéndonos.
Ahora que estás,
así, como un relámpago
recién inventado por el cielo
frente a mí,
devorándome desde tus ojos,
desnudándome mientras
me recorres completo
sin perder un segundo
de mi piel.
Llorando el milagro,
sin mover los parpados al asombro,
tierna tu, sencilla y transparente
como una fuente bajo el sol
que nos sacia la sed de la fatiga.
Tiendes tus brazos frágiles
de diosa escapada en la distancia,
yo te acepto en los míos
donde serás pluma de oro
danzando en el viento,
batir de olas programadas por el mar
cuando suba la marea.
Si ,te beso, con rabia ,tus labios de miel,
tu cuello redondo como la luna llena,
soy un pulpo, tengo miles de manos,
que te toman, tu cara, tu espalda,
tus senos, la perfección de tus ancas
bienvenidas por primera vez a mi fuego.
Y me aumento preciosa mía,
soy un titán escapado de las fábulas,
desapareces en mi pecho como una mariposa
entre el follaje de un framboyán.
Me conduces a tu lecho
y te sigo como un condenado feliz,
llévame a morir lentamente
sobre tu sombra,
o debajo de tus caderas,
o simplemente dentro de tu boca.
Apriétame, si, más, siente mis dientes
que te torturan, delira conmigo,
naufraga un grito de placer,
destierra los restos profundos
a la pared lejana de mi garganta.
Espérame ahora para sucumbir contigo,
ahora, que penetro con rabia y ternura,
que tengo tus cabellos entre mis dedos
mientras me recibes húmeda y abierta,
como un pantano en el centro de las llanuras.
Siente mi péndulo que ondula,
que desorbita una línea alcanzable
por tus quejidos, bate con fuerzas,
sin detener el delirio de sentirte fuerte,
indomable como una potranca salvaje.
Termina conmigo, juntos los dos,
como dos gemelos riendo,
ahora amor, ahora que llego,
fugaz, entre explosiones y cometas,
mira como muero viviendo esta locura,
mira como me estremezco.
Aférrate a las sábanas,
hunde tus rodillas,
muerde el viento, que sangre
en nuestro orgasmo
aferrado a tus labios.
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