David Goya

A JESUS (David Goya)

¡Oh!, Jesús eterno,

hace dos mil once años

que ofrendaste tu vida

para salvar el mundo.

Sin importar que eras hijo de Dios

te crucificamos, haciéndote cargar

con nuestras culpas y pecados,

sin tu ser pecador.

Cargaste con la pesada cruz

llevando nuestras culpa al calvario,

para que seamos limpios

con tu preciosa sangre derramada.

Al mundo parece importar poco

el gran sacrificio que has hecho;

andamos como ovejas descarriadas

por el camino que no se debe seguir,

pecando cada día contra el cielo, y contra ti,

sin tener conciencia de lo que cometemos,

blasfemamos contra tu nombre;

y después hipócritamente decimos – “quererte”

mientras nuestros actos demuestran aborrecerte,

sin ver cuan grande es tu amor

al permitirnos la vida,

en la que no hacemos mas que ofenderte;

estando siempre presto a perdonarnos;

aun así, no tomamos conciencia

de tu infinito amor para la humanidad,

ofendiéndote a cada instante;

no merecemos la vida

aun así nos permites vivir.

Somos hijos ingratos…,

nos das luz y buscamos las tinieblas

nos das vida, buscamos la muerte…,

después decimos adorarte

guardando poco, y casi nada de respeto

en una semana, - “llamada santa”-

¿y después?. Olvidamos,

que no solo esa semana

nos permites la vida,

que no solo esa semana

nos das el aire, el agua, y todo lo que necesitamos.

¡Oh, señor!...

perdona todos nuestras ofensas contra ti,

ya que nunca dejaremos de ofenderte.