Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

UN MATINAL DECESO

 

 

Soy una espiga en el pie derecho

y me arrastro como la oruga

para buscar la luz…

aun así sabía que estabas en mis manos

en el sudor de mi pecho

en el olor de mi sexo

-estas en la punta del árbol

como una fruta madura

(pero yo) ¿Yo qué soy?

Sólo la raíz que se esta muriendo-

 

Que incansable es la huella

que se queda –que no la borra el tiempo-

este tiempo descobijado al borde de un abismo

o a la mitad de una calle que no recuerdo ahora…

¿sabes….? Todo lo que digo es tan incierto

es igual que la droga en el cuerpo

o el recuerdo de un muerto.

¿Pero qué es la soledad…? Si no hay deshielo.

 

Te han de hacer el amor

y vibraran tus senos…,

me he de encontrar muy solo

y oscilaran mis penas.

Me tomo una coca-cola para sentir tus besos

me fumo un cigarrillo para olvidar –que te quiero-