Decir adiós cuando aún el camino está abierto, caminar junto a los muertos cuando aún tomas de su mano, tomar de su mano cuando sientes que está muerto es la esperanza des-fallida, es la niña que ya no es sumisa, es tu delito mi castigo, son mis lagrimas tu sonrisa callada, triste, pasajera pero viva... el mentón de aquella noche que cubría tu delicada piel abrigada por tu sombra que camina hoy entre los tres la separación es furtiva, el aroma traspira alegría, es negro como la elegancia pero también como la deprecio que línea tras línea perpleja tu memoria hasta llegar a tu corazón, no entonamos sinfonías, solo seguimos las melodías la vida toca notas altas que a la ves cantas con sus bajas haciéndote escuchar lo que jamás podías apreciar ya que hoy te cuesta hablar simplemente tendrás que lidiar.
Cambiar la luz por la oscuridad, el amor por odio, la paz por guerra, el alma por otra, el valor por la vergüenza y las ideologías por cadenas perpetuas , cadenas largas de condenas que solo te llevaran a recorrer tu tortura eterna por la sangre que hierve en nuestras venas, no escape aquella noche solo aprendí a esconder las miradas, callar el alma para que no escucharas sus gemidos... no me viste pues estabas urgido ¡Claro yo también! si tuviese una cita con el destino correr despavorido, poro el camino hizo que se acelerará más la muerte que así ellos prolongaron, no tienes calma, no apreciaste lo que debías en ese camino lleno de algarabías, las memorias no dejan camino si no a la historia... si tuviera que vivir de nuevo pediría la misma vida que llevo solo cambiaría una cosa
Que no seas tú la que hoy se refleja en ese espejo