David Goya

AMIGO (David Goya)

Dedicado a mi gran amigo (Freddy Alvarado)


Estas líneas están escritas

para un gran amigo

que siempre a sido

leal y sincero;

aquel amigo, que a sido

muchas veces mejor que un hermano,

con el que siempre

hemos compartido

sueños ilusiones y esperanza,

aquel amigo incondicional

que sin importar la lluvia,

la tempestad y el furioso viento

de alguna noche tormentosa

estaba siempre a mi lado,

apoyándome en los momentos

más críticos y difíciles de mi vida

como si fuera mi hermano.

 

El amigo, que en un tiempo de soledad,

en el que vivía solo en la incógnita

noche misteriosa del campo;

muchas veces me acompañaba

a romper el silencio escalofriante,

de la inmensa soledad;

en lo que siempre vivía sumergido

irremediablemente.

 

Es aquel amigo que vale un tesoro,

porque solicitando un favor suyo

nunca puso una excusa para negarse.

Siempre ha sacrificado su tiempo

para brindarme su apoyo,

sacrificando sus horas de sueño

o alguna responsabilidad,

sin esperar nada a cambio;

quedándose muchas veces descalzó

para que yo pueda salir

a algún lugar deseado.

Le debo mil gracias

y un millón de favores,

esperando poder recompensarlo

con el mismo cariño

con que me ha brindado

su incansable apoyo,

en los momentos más difíciles

por los que he pasado.

 

En esta escritura

esta mi más fiel agradecimiento,

esperando que la vida

haga de aquel amigo

un hombre venerable

y útil a la sociedad y su familia,

logrando alcanzar sus sueños

realizando sus ilusiones,

ante el implacable destino

lleno de dificultades.

 

También espero seguir contando

con la amistad que siempre

hemos tenido desde tiempos

remotos, seguir compartiendo

nuestras aspiraciones

como lo hemos hecho siempre,

esperando que nuestra amistad

se vuelva indestructible.,

ante la lengua pérfida

de aquel, que no siendo feliz;

no acepta ver la paz

ante el mundo que le rodea,

queriendo degradar y bajar

a su nivel todo cuanto pueda.

 

 

Espero que nuestra amistad

sea la de siempre

sin importar la condición social

o económica que la vida

nos haya brindado.